NOVELA FINNCELINE -QUIMICA ENTRE LOS DOS- CAP2

La fiesta de cumpleaños

Pasaron las dos semanas, y ya había organizado todo, los globos, la tarta, el decorado, a los invitados que van a venir, etc. Todos estábamos fuera, esperando a que Chicle bajara. Yo me vestí de una manera muy elegante, como si fuera a una boda, y Jake, bueno, él solo se puso un lazo negro por el cuello, entre esos invitados estaba Marceline, que raro que haya venido, ya que odia a Chicle, bueno. Ella iba con un vestido rojo, un rojo parecido al de una llama, con un peinado precioso, no parecía ella. Me acerqué a ella.

-Marceline, hola, ¿qué haces aquí? Creía que odiabas a Chicle. -Le dije.

-Hola Finn -sonrió- pues, nose me has invitado y he querido venir, las invitaciones no se rechazan -se rió-, y también por que quiero ver si hace el rídiculo Chicle.

-Pues yo no creo que vaya a pasar nada gracioso -cruzé de brazos.-

-Ay Finn, estás muy enamorado ¿verdad? -se rió-, bueno voy a ver si hay algo rojo por ahí, chao.

-¡No estoy enamorado! -Le dije, enfadado, no me gustaba reconocer que me gusta, si no le gusto yo a ella.

Pasaron 5 minutos, todos callaron, por fin, Chicle ya bajaba, la vi, estaba preciosa, más guapa que nunca, acompañado de su sirviente, Mentita, Dios, ella parecía un ángel, más que eso. Llevaba un vestido largo, que le llegaba hasta el suelo, era de color Fucsia, con diamantitos por la falda, la parte de arriba era un palabra de honor. En su pelo tenía unos rizos como caracolas,  preciosos, también una diadema con diamantes, se acercó a mi, yo me puse rojo.

-Finn, ¿todo me lo has organizado tu? -Dijo su voz angelical.

-E-Eh, si, -Me puse más rojo aún- y te-tengo un regalo para ti.

-Oh Finn, es precioso todo -me dió un beso en la mejilla, yo me quedé petrificado- bueno, ¿de qué regalo se trata?

-Oh, si el regalo, pues, es un collar, toma.

-Finn, es precioso, ¿me lo pones?

Saqué el collar de la caja, era un collar con un piedra azul cielo, el collar en si era de oro, muy bonito, que Jake me dio, no se de donde lo sacó. Bueno se lo puse en su fino y dulce cuello, lo toqué, era tan suave.

-Gracias Finn, me gusta mucho -sonrió.

-De-denada -casi no podía hablar.

Pasaron las horas, ya era por la tarde, Jake me dijo que era la oportunidad perfecta para decirle lo que siento por ella, me decidí y fuí a decírselo, estaba preparado, ya nadie me iba a parar, me puse delante suya.

-Chicle, te-te tengo que decir una cosa -dije decidido pero con miedo.

-Está bien Finn ¿qué es? -dijo, tranquila.

-Chicle, yo, te amo, no sabía como decírtelo llevo 4 años enamorado de ti, cada día que te veo, cada minuto que paso contigo, es como si estubiera en el cielo, te quiero, y mucho, Chicle, ¿quieres salir conmigo? -le dije firmemente.

-Fi-Finn... ¿qué dices? Yo, tu, ¡tu a mi no me gustas! Finn, eres mi amigo, y nada más, jamás vas a ser algo más para mi, ¿qué te piensas? Yo, yo no se... Finn, déjame en paz ya, y no vuelvas por mi reino jamás, después de esto... agg no se que pensar de ti, todo esto lo haces por conquistar mi corazón -se quitó el collar y lo tiró al suelo- y no quiero tu collar, ¡te lo puedes quedar tu! Finn, vete tu y tu amigo Jake, y no me hables jamás -dijo muy enfadada.

Yo no podía creer lo que había dicho, me odia, todo por culpa de Jake. ¡Qué asco! ¡Todo a la mierda! Estoy demasiado cabreado, también, me puse a llorar, no se que he hecho, nadie me quiere, lo tengo que reconocer. Echaba muchas lágrimas, cojí a Jake, muy cabreado con él, y nos fuimos a casa.
Cuando llegamos a casa, todo lo que encontré en la mesa, todo lo tiré al suelo. Maldigo mi vida de mierda, me fui a mi habitación y ahí empezé a llorar. Jake se quedó en el salón, sin decir nada y arrepentido.