NOVELA FINNCELINE -QUIMICA ENTRE LOS DOS- CAP21

Lo sabía, Marceline siempre quiere esto, siempre cuando nos reconciliamos pasa esto. ¿Tanto le gusta tener sexo conmigo? Se ve que si. No se lo niego, a mi también me encanta hacerlo con ella. Es un momento mágico.
Ella seguía besando mi boca dulce y suavemente, era una de las cosas que más me gustaban de ella. Sus besos.
Pero esta noche no tenía muchas ganas de hacer el amor y no sabía por qué. Aparte a Marceline de mi, para que dejara de besarme.

-¿Qué te pasa Finn? -dijo preocupada-. ¿Ya no te gusto?

-Marceline, me encantas -dijo sereno-. Pero estoy muy cansado después de todo lo que ha ocurrido, entiéndeme...

-Pero... tú dijiste que podía hacerte...

-Se lo que te dije, pero por favor, déjame descansar. Otro día...

-Finn -resopló-, no hay quien te entienda -y se fue a coger su ropa.

Estaba demasiado cansado de este día tan, tan... ¿raro? Se podría describir así. Después del ángel o ser mágico o lo que fuera aquella dama. Después de aquellos días encerrado en esa cabaña. Después de... pff, de todo lo que me ha ocurrido.
Abrí las sábanas de la cama, me quité los zapatos y la camisa y me acosté.
Al rato vino Marci con el pijama puesto, un poco enfadada por el rechazo, pero ya se lo compensaría mañana, al despertar.
Se acostó también en la cama de espaldas a mi, sin decirme nada. Yo apagué la luz.

-Buenas noches Marceline, que descanses -dije, girándome hacia ella y abrazándola.

-Buenas noches -dijo con un tono apagado-. ¿Ya no te gusto verdad?

-¿Qué? ¿Por qué dices eso? -pregunté extrañado.

-No lo se, dímelo tu -respondió a la vez que se giraba a mi.

-Marceline, te quiero, me gustas más que nada, entiende que este día a sido muy raro y tengo que descansar. Pero no te preocupes, yo... mañana por la mañana te lo compensaré -me sonrojé, ella rió.

-Te quiero Finn -concluyó ella, y entonces los dos nos dormimos.

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Una voz me estaba despertándome suavemente a la oreja, << Finn, despierta >>, abrí los ojos. Era ella Marceline, estaba ya encima mía, desnuda. Que gusto despertarse así.

-Buenos días ¿estás preparado? -dijo sonriéndome.

-Que buena forma de despertarme -dije bostezando-. Para ti estoy listo cuando quieras.

-Está bien, comencemos se ha dicho.

Puf, estaba despejado después de ver ese cuerpo. Ella empezó a besarme con sus labios de caramelo y a acariciarme el cuerpo con sus manos de algodón. Me besaba por el cuello, por el torso, y volvía a mi boca.
Empezó a ir más abajo para quitarme los pantalones que tenía, al igual que los calzoncillos. Me estaba excitando mucho.

-Finn, ¿te excita? -dijo jadeante-. Si a ti te excita a mi más.

Empezó a tocarse sus pechos, se quitó de encima mia...

Continúa